Varias empresas guipuzcoanas se han unido para crear la Asociación de Empresarios de Archiveros, Bibliotecarios y Centros de Documentación de Gipuzkoa, GALDE. Este es el artículo de David Zapirain, miembro de la misma, que se publicó en euskera en el boletín de invierno.
El oficio de bibliotecario, archivero y, en general, los oficios relacionados con la documentación suelen resultar encantadores. Es decir, a la gente que no está inmersa en estos trabajos nuestro oficio le parece de gran valor. Muchas veces, incluso interesante. Parece que este ámbito tiene cierto prestigio social y los usuarios con los que nos relacionamos a diario son agradecidos.
Sin embargo, este prestigio reconocido socialmente esconde una realidad muy distinta: el escaso valor de mercado de estas profesiones. De hecho, el trabajo se ha mercantilizado por completo. En la actualidad, el ejercicio de nuestra profesión ha supuesto un precio regular, por no decir mediocre. En consecuencia, tanto los requisitos profesionales como las condiciones laborales en las contrataciones de este ámbito se han ido en insignificantes. Parece además que ha ocurrido sin responsabilidad de nadie: ni por parte de los organismos públicos encargados de la contratación, ni por parte de las empresas que se aprovechan de la situación, por no mencionar a las que temen perder su empleo.
En consecuencia, nos enfrentamos a una desregulación total de nuestros trabajos: intrusismo, escasa formación, ofertas torpes...
Con el objetivo de cambiar esta situación, varias empresas guipuzcoanas nos hemos unido y hemos creado GALDE, la Asociación de Empresarios de Archiveros, Bibliotecarios y Centros de Documentación de Gipuzkoa. La Fundación Benedictina de Lazkao y Ereiten son los fundadores de la asociación, pero huelga decir que no es una asociación cerrada y está dispuesta a aceptar más miembros.
Entre los objetivos de la asociación se encuentra el de corregir la situación descrita anteriormente. Consideramos que la vía más eficaz para ello es la creación de un convenio laboral a nivel de Gipuzkoa y en esto vamos a esforzarnos sobre todo. No es un reto baladí para una asociación novata. Como líderes empresariales queremos reivindicar un trabajo digno y profesional en nuestro ámbito. Si los profesionales que ejercemos fuera de la administración pública no podemos intervenir para reconducir la situación, las condiciones de los puestos de trabajo serán cada vez más precarias, disminuirá la profesionalidad y disminuirá el nivel de calidad del trabajo. En definitiva, estamos convencidos de que la ausencia de nuestra participación, lejos de consolidar el servicio público, acabará totalmente debilitada.
David Zapirain
Servicios culturales Ereiten